En sus aguas.
Yo era minúscula, un copo, partícula, corpúsculo.
Y flotaba en sus aguas.
Sentía que moría, que me ahogaba…
¿Qué es esto?, me preguntaba.
Ella no respondía, ni siquiera me oía.
Muriendo, me adormecía.
Fui arrastrada hasta el fondo, invisible, minimizada.
No puedo existir repetía.
Y sin embargo, estoy aquí.
Tenía miedo, lo comprendo, aunque no lo sabía y sólo sentía, habitaba, la oscuridad.
Decidí morir, me rendí en la sal de tus olas infinitas.
Y entonces, una Estrella, me devolvió a MÍ.
Con amor,
Silvia Mesa García.